viernes, 16 de mayo de 2014

Políticos y periodistas en el nuevo escenario

En el proceso de digitalización de las protestas del último siglo se ha producido un desplazamiento de las élites tradicionales de su ámbito de legitimidad y poder. Los políticos son señalados como personas corruptas que sirven al poder, mientras que los medios de comunicación han perdido su credibilidad e influencia en el nuevo modelo informativo.

Manuel Castells afirma: los gobiernos odian Internet. ¿Por qué podría llegar a decir esto? Muchos afirmarán que no, pero es la realidad, los políticos, los empresarios y las diferentes clases de poder no quieren un Internet libre, esto se debe a muchas razones, pero entre las principales razones es que les ha extraído de una forma de control del pensamiento de la opinión pública establecido por los medios de comunicación.

Plaza Tahir centro de las revueltas
El 15-M o la Primavera Árabe son claros ejemplos de ello. Muestran que la sociedad ha comenzado a organizarse y regularse por unos cauces ajenos al poder, que el poder piramidal de periodistas y políticas ha dejado paso a un poder horizontal en el que todos los ciudadanos tienen voz a través de las diferentes plataformas digitales.

Hoy cualquier ciudadano puede hacerse oír, puede hacer que la sociedad vea su situación, la denuncia y la convierta en un fenómeno viral. Un claro de ejemplo de ello fue la plataforma creada en España para imputar a Rodrigo Rato, la cual recaudó 18.000 € en horas para su imputación. Este es un claro ejemplo de lo que se puede llegar a conseguir si la gente comienza a creer que el poder recae verdaderamente en el pueblo.

En cuanto a los periodistas, muchas son las razones por las que han perdido su poder, pero en este artículo me centraré en una, la más importante desde mi punto de vista, que ha sido la falta de una actitud crítica con el poder político. El poder de los editores ha hecho que la credibilidad de los profesionales del periodismo se haya vaciado para dejar paso a la subjetividad y al sectarismo. Hoy todo el mundo sospecha de quien realiza la noticia, e incluso acude a blogs o paginas alternativas a los medios de comunicación tradicionales para informarse.

Estadística de credibilidad pro grupos profesionales
Esta es una nueva realidad a la que el periodista, aún más desacreditado en tiempos de crisis como los actuales ve como su poder se derrumba, creando un filtro de profesionales que comienzan a escribir en un medio de comunicación y que aparte escriben en plataformas como Twitter de manera más libre dando su opinión.

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