sábado, 17 de mayo de 2014

¿Se puede apagar internet? Del cortafuegos a la neutralidad de la red

Desde el nacimiento de Internet, gobiernos y ciudadanos se han planteado esta cuestión. Con el paso del tiempo, los gobiernos democráticos se han planteado la disyuntiva de regular lo que hasta ahora ha sido un terreno baldío de legislación tanto nacional como internacional. Por otro lado,  los ciudadanos han recibido estas leyes con relativa oposición a través de las diversas asociaciones articuladas en los diferentes países.

Pero más allá de la legislación nacional nacida de los elementos legislativos, somos conocedores de una nueva era en la que las prácticas amorales se han instalado entre los gobiernos occidentales, los cuales predican su democracia y sus libertades, pero sus servicios secretos nos espían y nos coartan al limitar en momentos determinados las comunicaciones.

Los casos más recientes ocurridos han sido los apagones de Internet en Egipto o la suspensión del servicio de mensajería instantáneo de Blackberry en los disturbios de Londres. Esto es un claro ejemplo de la intrusión de los gobiernos y de sus servicios secretos.

El capítulo del que hago mención establece la práctica de gobiernos totalitarios, los cuales tienen un sistema mucho más cerrado y restrictivo con un sistema debloqueo DNS, cortafuegos o bloqueos del servicio BGP.
No obstante, se hace mención en el mismo a las maneras que poseemos los usuarios para sortear estas restricciones. Muchos son los modos de ello, pero cabe destacar el uso de servidores alternativos para establecer una conexión con el mundo o la instalación de redes inalámbricas mesh, un fenómenos al alza.

Todo ello tiene un claro objetivo, un sociedad sin un acceso libre a Internet, es una sociedad desinformada, con la consecuencia de desposeer de una capacidad crítica al público, es decir, a los ciudadanos en última instancia, los cuales tienes una serie de derechos que los son inherentes.

viernes, 16 de mayo de 2014

De la agenda-Setting al Trending topic

Desde finales de los años setenta hasta la actualidad hemos estado gobernados informativamente por la teoría de la Agenda-Setting, es decir, los medios de comunicación deciden lo que se publica en cada momento, lo que conlleva la ignorancia o conocimiento de un determinado hecho noticioso. La idea de esta teoría no es hacernos pensar sobre una determinada manera, sino la de pensar sobre un determinado hecho.

Esquema de la teoría
Junto a esta teoría, hoy en día ha surgido un movimiento paralelo que si bien no se ha impuesto, si comienza a aparecer en los grandes círculos sociales. La aparición de un término tan banal como: Trending topic, no solo debe hacer referencia a los mensajes o temas más leídos en Twitter, sino a una expresión mucho más extensible, que puede hacer referencia desde mi punto de vista a un tema puesto de moda a través de cualquier método de medio social, es decir, Facebook, Youtube o cualquier otro.

Ejemplo de Trending topic
Desde el punto de vista del activismo social, esta nueva realidad ha supuesto el nacimiento de lo que yo determino como una nueva era, ahora ya no son solo los medios de comunicación de la tríada: prensa, radio y televisión; los que deciden los temas de los que se hablan cada día, sino que hay una gran cantidad de diferentes medios por los que se crean corrientes de discusión. Un ejemplo de ello son las noticias que llegaron de la Revolución árabe en Egipto, es decir, durante un periódo de tiempo hubo dos canales de distribución de noticias, uno perteneciente a los medios de comunicación y otro propio de ciberactivistas que dieron a conocer una realidad diferente de lo que estaba ocurriendo en El Cairo.

Si bien es cierto, los medios sociales, lo que buscan es una mayor difusión como primer objetivo de su publicación, es decir, que los medios de comunicación tradicionales se hagan eco de un suceso para convertirlo en un hecho mediático, con gran impacto en la sociedad. Los movimientos sociales, se han dado cuenta de la importancia de la opinión pública para el resultado esperado de su movimiento.


La gran consecuencia de esta nueva era, como yo he determinado, es la imposibilidad de libre acción de los editores de medios de comunicación para decidir sobre lo que estamos informados o no. En los medios online es imposible establecer una Agenda-Setting predeterminada sin libertad de acción instantánea, por ello, ello ha supuesto una mayor libertad de información ya que la imposibilidad de controlar el mensaje se ha hecho cierta.

Años 2000: la movilidad y las redes sociales transforman el activismo

Con el uso de la telefonía móvil y la llegada de las redes sociales se ha iniciado una nueva era dentro del activismo. Esta evolución tecnológica ha dado lugar al nacimiento de las primeras protestas instantáneas gracias a la rapidez otorgada por estas nuevas páginas y al bajo coste de las mismas.

A partir del año 2001, con la Intifada electrónica, en Palestina, se pudo observar el verdadero poder que podían tener ambas plataformas como elemento de resistencia política. Fue en ese país donde tuvieron lugar las primeras asambleas difundidas a través de la red. Desde diferentes portales comenzó a anunciarse un movimiento paralelo al de los medios de comunicación existentes.

Tras este hecho histórico, el movimiento se desplegó de una manera muy llamativa durante los cinco años posteriores debido a la penetración de la telefonía móvil en la sociedad y sobre todo la aparición del SMS han propiciado la rápida movilización de ciertos grupos sociales en momentos políticos críticos.

España ha sido uno de esos países, en el año 2004, tras los atentados del 11-M, tuvo lugar un movimiento en el que el SMS fue protagonista. un ciudadano anónimo comenzó a enviar un SMS a sus amigos instando a un movimiento silencioso como propuesta a la política de comunicación llevada por el gobierno del Partido Popular sobre los atentados. Aquel mensaje saltó a los foros de Internet, y sin pasar por los medios tradicionales llegó a la calle. Esto desencadenó en numerosas protestas en diferentes lugares de España, lugares que ya estaban preparados para retransmitir el resultado de las elecciones que iban a producirse el día posterior. Esta circunstancia hizo que las protestas alcanzaran una audiencia global. Fue un precedente que ha sido seguido en posteriores protestas como las del 15-M, un movimiento sin precedentes dentro del ciberactivismo.

Uno de los mensajes escritos de forma anónima tras el 11-M
Movimientos como el de las huelgas de hispanos en EEUU por la reforma de la Ley deInmigración, o las revueltas en Túnez o Egipto son otras protestas en las que el poder de las nuevas tecnologías ha sido fundamental, no solo por la participación, sino por la libertad en el mensaje, no manipulado por los medios de comunicación y por el poder.

La nueva realidad indica que cualquier movimiento social debe pasar el propio filtro de sus participantes para la difusión del mismo a través de los smartphones, principal elemento tecnológico de difusión social. Desde mi punto de vista, este cambio ha supuesto un gran cambio, pues hemos pasado de ser meros observadores de una realidad ajena a nosotros a ser partícipes de ella, a ser no solo objeto, sino sujeto de la información y ello nos hace más libres.

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Estrategias y formas de acción del activismo online: el manual del hacktivista

Junto a las formas tradicionales de activismo ha nacido una nueva forma de protesta a la luz de Internet, es el movimiento hacker-activista que utiliza las herramientas digitales para la realización de acciones que llamen la atención de la sociedad para así intentar cambiar la realidad en la que vivimos, realidad impuesta por los procesos políticos y legislativos de los que la ciudadanía media está expulsada.


Las estrategias utilizadas por estos hackeractivistas son muy diversas, pero todas están orientadas al mismo objetivo: la libertad del ser humano. Una de las acciones más importantes es la desfiguración de Webs, este método consiste en el cambio de contenidos en una página Web. Esta es una manera realmente efectiva de hacerse visible para la sociedad pues hoy en día casi la totalidad de las personas de nuestro país tiene acceso a Internet y podría ver la obra realizada por una de estas personas.

Otra de las acciones realizadas por los hackeractivistas son los: mail bombing; esta situación se convierte en molesta para las instituciones públicas o privadas pues consiste en saturar una dirección de correo electrónico determinada. Por otra parte, el Google bombing consiste en la misma operación pero a tarvés del angaño a los buscadores Seo del buscador, haciendo que se sitúe en las primeras posiciones una página determinada que los ciberactivistas han creado para su visionado. Lo que les permite hacerse oír de manera muy efectiva.


Diversas son las acciones que un hackeractivista puede realizar para hacerse oír, no hay un listado cerrado, pero si es cierto que en la actualidad han centrado el mensaje en las redes sociales y los blogs, los cuales se han convertido en el pilar fundamental de la concentración de propaganda y difusión. Twitter y Facebook, principales operadores, son la columna vertebral de la opinión pública de gran parte de la ciudadanía.

Ambas plataformas se han convertido en la defensa principal de los ciudadanos que protestan sobre un determinado hecho, pues hasta el momento no existe la capacidad de los gobiernos  para paralizar o coartar el mensaje que en ellas se publica. Todo queda ajeno tanto al poder, como a los mandos intermedios representados por los medios de comunicación tradicionales.

Las red sirve para agitar y difundir ideas, por ello, y en mi opinión, debemos dejar paso al hackeractivismo para crear un nuevo movimiento de protesta que nos haga más libres y mas demócratas, porque la libertad permite la democracia, y ambas son imposibles de conseguir sin una sociedad informada, que conozca las diferentes realidades.

Políticos y periodistas en el nuevo escenario

En el proceso de digitalización de las protestas del último siglo se ha producido un desplazamiento de las élites tradicionales de su ámbito de legitimidad y poder. Los políticos son señalados como personas corruptas que sirven al poder, mientras que los medios de comunicación han perdido su credibilidad e influencia en el nuevo modelo informativo.

Manuel Castells afirma: los gobiernos odian Internet. ¿Por qué podría llegar a decir esto? Muchos afirmarán que no, pero es la realidad, los políticos, los empresarios y las diferentes clases de poder no quieren un Internet libre, esto se debe a muchas razones, pero entre las principales razones es que les ha extraído de una forma de control del pensamiento de la opinión pública establecido por los medios de comunicación.

Plaza Tahir centro de las revueltas
El 15-M o la Primavera Árabe son claros ejemplos de ello. Muestran que la sociedad ha comenzado a organizarse y regularse por unos cauces ajenos al poder, que el poder piramidal de periodistas y políticas ha dejado paso a un poder horizontal en el que todos los ciudadanos tienen voz a través de las diferentes plataformas digitales.

Hoy cualquier ciudadano puede hacerse oír, puede hacer que la sociedad vea su situación, la denuncia y la convierta en un fenómeno viral. Un claro de ejemplo de ello fue la plataforma creada en España para imputar a Rodrigo Rato, la cual recaudó 18.000 € en horas para su imputación. Este es un claro ejemplo de lo que se puede llegar a conseguir si la gente comienza a creer que el poder recae verdaderamente en el pueblo.

En cuanto a los periodistas, muchas son las razones por las que han perdido su poder, pero en este artículo me centraré en una, la más importante desde mi punto de vista, que ha sido la falta de una actitud crítica con el poder político. El poder de los editores ha hecho que la credibilidad de los profesionales del periodismo se haya vaciado para dejar paso a la subjetividad y al sectarismo. Hoy todo el mundo sospecha de quien realiza la noticia, e incluso acude a blogs o paginas alternativas a los medios de comunicación tradicionales para informarse.

Estadística de credibilidad pro grupos profesionales
Esta es una nueva realidad a la que el periodista, aún más desacreditado en tiempos de crisis como los actuales ve como su poder se derrumba, creando un filtro de profesionales que comienzan a escribir en un medio de comunicación y que aparte escriben en plataformas como Twitter de manera más libre dando su opinión.

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