jueves, 15 de mayo de 2014

El valor de la participación y el periodismo ciudadano

Foto Fran de la Rue
El periodismo ciudadano es un  nueva forma de participación ciudadana, es una cambio positivo en una sociedad más democrática como la que vivimos. así, Fran la Rue declaró la importancia de los mismos y la necesidad de protección puesto que son eslabones mucha más vulnerables a todo tipo de agresiones.

El periodismo ciudadano es un nuevo vigilante de la democracia, un absoluto y comprometido defensor de la misma, que a su vez, es tan disperso que es incontrolable. Desde una foto, hasta una simple opinión anónima, pueden cambiar un sistema. Propublica, propiedad de Paul Steiger, antiguo director de The Wall Street Journal es un ejemplo de ello, ganando el premio Pulitzer 2010 por su investigación en un hospital tras las inundaciones del huracán Katrina.

Pero el periodismo no es solo difundir información, sino solicitarla, es decir, pedirla públicamente a través de un medio tan universal como Internet puede suponer un gran avance solo para que otra persona se ponga manos a la obra, como así refleja Paula Gonzalo.

Yendo a los casos más visibles, los periodistas ciudadanos ejercen su labor más significativa en desastres, atentados o hechos inesperados. Sin ellos, sería imposible la recopilación de datos en tiempo real, cosa totalmente imprescindible para la actual sociedad de la información. Un ejemplo de ello fue el accidente de Santiago de Compostela, donde Twitter se convirtió en el medio más veraz y rápido, por encima de los medios tradicionales, y todo ello gracias a ciudadanos que ejercieron su labor con respecto al mundo.

mujer en el terremoto de Haití
Otro de los casos en los que el periodismo ciudadano tiene gran importancia es en la denuncia de derechos humanos en el tratamiento de las minorías en casos de necesidad. Un ejemplo es Global Voice, sin sede fija, consiguió ser líder de tráfico en informaciones sobre el terremoto de Haití. Por ello, en países sin importancia económica, en regiones olvidadas o minorías maltratadas, la voz del periodismo ciudadano se antoja fundamental para denunciar y acabar con violaciones de derechos humanos.

En virtud de todo ello, afirmo que este nuevo colectivo mejoras las comunidades y la alfabetización participativa. Creando una nueva sociedad más comunicativa y adaptada a los nuevos tiempos informativos, en los que el usuario ha dejado su pasividad para ser parte activa. Por otro lado, este nueva realidad da lugar a la existencia de lo local, es decir, a poner en conocimiento universal hechos ocurridos en sitios en los que los medios tradicionales no realizan cobertura informativa.

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