lunes, 16 de diciembre de 2013

Identidad digital y marca personal

A lo largo de la historia del periodismo vemos como el poder de la marca había recaído tradicionalmente en las empresas informativas, sin embargo, con la llegada de Internet uno de los cambios más significativos producidos es el peso del periodista en lo que se denomina identidad personal, es decir, el poder del periodista individual para tener un público fiel que le sigue a él y no al medio.

Estar en Internet significa "ser", es tu proyección pública. Cualquier periodista que esté en Internet  y sea capaz de generar contenidos conseguirá atraer a una audiencia fidelizada bajo su marca. Esto es una necesidad para cualquier profesional de la información en la actualidad pues el mundo real y virtual cada vez parecen confundirse más. 
Este hecho, lejos de ser negativo para el periodismo, puedo afirmar que supone una democratización, pues sitúa al periodista de acuerdo a su meritocracia, y no bajo el amparo de una empresa informativa.

Los métodos para el seguimiento son muchos y variados, los periodistas tienen a su alcance cantidad de sitios web donde tener un canal bidireccional y de respuesta por parte de sus lectores. Es ahí donde nace la marca personal, un concepto muy ligado al de identidad y que suele confundirse con el mismo. "Tú marca personal depende de ti, sin embargo, la reputación la definen otros" esta frase de Silvia Cobo es muy clarificadora de lo que supone la  vida en Internet, y la importancia de las acciones e informaciones que un periodista realiza a lo largo de su vida profesional.

Las redes sociales son el pilar fundamental del nacimiento y consolidación de un periodista como marca en la Red, es a través del contacto, de nuestra forma de vida o de nuestro seguimiento a otras personas como también somos capaces de proyectar nuestra personalidad, y en su defecto, nuestra marca; y no sólo a través de nuestro trabajo.


No obstante, todo esto tiene  un punto negativo o de crítica desde mi punto de vista, y es el de la exposición de tu vida privada al mundo. No es adecuado el traspasar tu vida familiar y personal para la consecución de una marca y gran poderío en las redes sociales. En muchos casos el publicar una foto con tu familia supone una merma en tus derechos individuales, o el ser amigo de una persona a la cual sigue un gran número te posiciona. Esto evade responsabilidades primordiales para el trabajo de un periodista, que es el ser conocido o no, por emitir buenas informaciones, veraces y contrastadas, y por tener una linea personal definida de valores.




Links de interés:

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